Estoy un tanto cansada de descansar, me ha costado trabajo acostumbrarme al arte de "Dolce Far Niente" o sea el Placer de no hacer nada... estoy practicando mucho el desapego, ya que he dejado de hacer muchas cosas. Me dicen que sea paciente, que al final la recompensa será ese bello pedacito de nosotros dos... sin embargo también mis bien intencionadas amigas, conocidas y familiares me llenan con historias de como al llegar el bebe nada es igual, dejas de dormir, de comer, se te caen las bubis, te crece el trasero, y al parecer incluso dejas de tener control sobre tu cuerpo, dejas... de existir? que tu vida tal cual la conoces ha terminado.
Son señales contradictorias, me confunden, y entonces? traer un bebé a este mundo es algo bello pero al mismo tiempo no... es o no es un enorme sacrificio??
Creo que lo describe muy bien en el libro de Comer, Rezar, Amar: Tener un bebe es como hacerte un tatuaje en la cara. Más vale que lo pienses dos veces.
Por eso me encanto este post que encontré en A Cup of Jo. Y el libro que menciona ahora encabeza mi lista de busqueda para la FIL (si es que me dan permiso de ir).