lunes, julio 16, 2012

Pacal

Revisando mi mail en el trabajo encontre este articulo de México Desconocido y se me hizo muy interesante:

"El 31 de agosto del 683 d.C., 6 Edznab 11 Yax en el calendario maya, se extinguió la luz sagrada que había iluminado a Palenque durante muchas décadas. Iniciaba su nuevo ciclo, el de la muerte, el señor Pacal el Grande o Escudo, cuyo día de nacimiento se había hecho coincidir en las inscripciones con el de la Primera Madre, la diosa Zac K’uk o Garza Blanca, nombre que llevaba también la madre del soberano. Ese día fue el 23 de marzo del 603 d.C., 8 Ahau 13 Pop.
Al ligar su origen al de los dioses, se confirmaba su carácter sagrado y su destino de convertirse en el más sabio gobernante de Palenque. Once años antes de su fallecimiento había descendido al reino de las sombras su esposa Ahpo Hel, dejando a Pacal en una dolorosa soledad.
En el momento preciso de su muerte, ocurrida en su habitación del palacio, colocaron en su boca una cuenta de jade, que recogió el aliento vital. Luego pusieron entre sus labios un poco de masa de maíz, sustancia sagrada con la que habían sido formados los primeros hombres; en seguida lo amortajaron con lienzos de algodón, y a un lado de la estera en la que reposaba depositaron vasijas con agua y alimentos, así como sus amuletos protectores. Después de velarlo durante tres días, de hablarle continuamente para que no se sintiera solo, cuidando su sombra y orando a los dioses para mantener con vida su espíritu mientras iniciaba su camino por el mundo inferior, sus hijos Chan-Bahlum y Kan Xul, sus nueras y sus nietos, se prepararon para celebrar la gran ceremonia funeraria. A través de ella los vivientes pondrían su parte a fin de ayudar al espíritu del gran señor en su peligroso descenso hacia el Xibalbá, el "Lugar de los que se desvanecen", donde se encontraría frente a frente con Ah Puch, "El Descarnado", para luego morir definitivamente, es decir, transformarse en energía de muerte y ocupar su sitio en el frío y oscuro reino subterráneo. Pacal iría al Xibalbá porque había fallecido de muerte natural, aunque su condición sagrada le permitiría ascender al nivel terrestre y al cielo en algunas ocasiones. Otros, como los que morían por alguna causa acuática, ahogados o calcinados por un rayo, iban al Paraíso de la Ceiba, un lugar de placeres terrenales, mientras que los sacrificados a los dioses y las mujeres muertas de parto tenían como destino el cielo, para vivir eternamente acompañando al Sol en su recorrido diario; porque el lugar a donde iban los espíritus después de la muerte del cuerpo dependía de la forma de morir y no de su conducta en la existencia corpórea. Las faltas se castigaban en vida, generalmente con alguna enfermedad."....

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1 comentario:

Emilia dijo...

Muy interesante, me gusta leer artículos de este tipo
Saludos